DINASTIA I - KA'A

Ka'a último faraón de la I Dinastía

Su nombre significa "Su brazo se eleva". Segun Maneton su nombre fue Bienekes, y en la Lista Real de Abydos consta como Kebeh. Maneton le da un reinado de veintiseis años.
Las estelas de los funcionarios Merka y Sabef, al servicio del soberano, muestran que el reinado de este faraón fue estable y próspero. Durante sus últimos años, asimiló y posiblemente gobernó al lado de su hijo Hotepsejemui, evitando asi que volvieran a surgir las rencillas y luchas anteriores a su reinado.

Su tumba está en Umm el-Qaab, Abydos, y el cenotafio en Saqqara.

DINASTIA I - SEMERJET

Semerjet sexto faraón de la I Dinastia

Su nombre significa "Pensativo amigo". Según las crónicas de Maneton, su reinado estuvo lleno de desastres porque fue un usurpador, por ello no consta en la Lista de Saqqara. Reinó durante dieciocho años.
En la Piedra de Palermo lo único que aparece de este faraón, por su corto reinado, es la práctica religiosa.

Su tumba es la mastaba U y se encuentra en Umm el-Qaab, Abydos.

DINASTIA I - ADJIB

Adjib quinto faraón de la I Dinastía

Su nombre significa "El hombre de corazón valiente", en la Lista de Abydos aparece como Merbapen, gobernó durante diez años segun los egiptólogos, según las crónicas de Maneton lo hizo durante veintiseis años con el nombre de Miebidos segun aparece en la Lista Real de Saqqara, aunque su nombre fue borrado, lo que parece indicar luchas dinásticas.
Es el primer monarca que incluye en su titulatura el nombre Nesut-Bit "el de la caña y la abeja" evidenciando asi su poder tanto en el norte como en el sur.

Su tumba es la X en Umm el-Qaab, Abydos, su reducido tamaño parece confirmar esas luchas.

DINASTIA I - DEWEN

Dewen cuarto faraón de la I Dinastía

Maneton le da un reinado de veinte años, hay constancia de la celebración de una fiesta Heb Sed. Es el primer faraón en añadir el nombre de Nesu-Bit, "Rey del Alto y el Bajo Egipto".
Sabemos que su legado perduró en la memoria de los egipcios a lo largo de las dinastías, ya que durante el Imperio Nuevo se transcribían fórmulas de medicina que se habían escrito bajo su reinado, lo que pone de manifiesto que la sabiduría de los médicos de la época provenía de la noche de los tiempos.
Los primeros registros mencionados en La Piedra de Palermo cuentan las expediciones de este faraón contra los beduinos del Sinaí para proteger las caravanas de las minas de turquesa.
Su tumba se encuentra en Umm el-Qaab, Abydos, se la conoce con el nombre de Mastaba T,  es la primera  en la que sabemos que se usó gran cantidad de piedra de granito rojo y negro de Aswan para pavimentar la cámara funeraria.

Tumba de Dewen-Umm el-Qaab

DINASTIA I - DJET

Djet tercer faraon de la I Dinastía.

Tambien conocido como Wadj, Zet, Uadji y Hesepti en la Lista Real de Abydos. Su reinado consta en la Piedra de Palermo. Durante su reinado se celebró una fiesta Sed, por lo que su duración sería de alrededor de treinta años.

Está referenciado en las tumbas Z, B en Umm el-Qaab en Abydos, donde se hallaron varias estelas que contenían el serej con su nombre. Su tumba fue quemada en la antigüedad, al igual que otras de su tiempo, y posteriormente reconstruía y asociada al culto de Osiris.

MERIT-NEITH

Primera reina gobernante de Egipto

Esposa de Dyer y madre de Djet, reinó durante la minoría de edad de su hijo. Su nombre significa "amada de Neit".
Evidencias de su existencia y reinado se han encontrado, entre otros en una estela con su nombre en una tumba en Abydos, vasijas y elementos de tocador, una estatua de babuino en Aswan con su nombre...

Su tumba es la S 3504 en Saqqara y un cenotafio en Abydos.

DINASTIA I - DYER

Dyer segundo faraón de la I Dinastía

Dyer, su nombre significa "Horus que socorre". Gobernó durante cincuenta y siete años. Las evidencias mas importantes de su reinado se encuentran en los sellos grabados en las tumbas 2185 y 3471 de Saqqara, el tarro de Turah con su nombre y la estela que representa al faraón Dyer y que se encuentra en el Museo de El Cairo.
Su esposa y regente de su hijo Djet, fue Meritneit.

Su tumba se encuentra en Umm el-Qaab, Abydos.

DINASTIA I - AHA

Aha primer faraón de la I Dinastía

Un vaso encontrado en Abydos con el nombre Hor-Aha da constancia de este faraón. Su esposa y madre de su hijo y heredero Dyer, fue, posiblemente, Neithotep. Se sabe que, además de guerrear en Libia y Nubia, este rey practicó la medicina.

Su tumba es la B14 y se encuentra en Abydos.

MENES

La paleta del rey Narmer, encontrada en Hieracómpolis, es el anuncio de la unificación de las dos partes del territorio egipcio: en el anverso, el rey lleva la corona blanca del Alto Egipto, y en el reverso la corona roja del Bajo Egipto, es el primer faraón que reina en las dos tierras.

De pizarra verde, las escenas estan distribuidas en tres bandas superpuestas, en la parte superior, dos cabezas de vaca simbolizando la diosa Hator, divinidad cuyo nombre significa "morada de Horus", y como Horus es la designación del faraón, el rey representado se situa bajo la protección divina.
En la escena principal, Narmer, cuyo nombre está inscrito e un recuadro entre dos cabezas de vaca, se dispone a golpear al enemigo.
En la parte superior del reverso de la paleta, el rey, llevando la corona roja, se dirige a un campo donde están alineados los cuerpos de sus enemigos decapitados y atados. En la parte central dos hombres barbudos cogen con cuerda los cuellos de los caballos. En la parte inferior, un toro derriba las murallas de una ciudad mientras el enemigo se retuerce bajo los cascos del animal, símbolo de un Narmer vencedor y tan poderoso que puede someter a los pueblos que se oponían a él.

Hasta aqui podríamos llegar a la conclusión de que Narmer fue el heredero de El Rey Escorpión, sin embargo, las Listas Reales empiezan con un faraón llamado Menes: en el Ramesseum, templo de "millones de años" de Ramses II, una procesión de sacerdotes durante una fiesta religiosa, portan cada uno de ellos la imagen de un rey a sus espaldas, entre ellos figura Menes.

Menes, dice la tradición, fue el primer monarca humano que sucedió a los dioses y semidioses que habían reinado durante milenios en Egipto. Su nombre egipcio se lee Mni "el que queda" "el que perdura".
Es la figura simbólica de la primera época de prosperidad del país. Segun Maneton y Herodoto, este monarca dió al pais una ciudad digna de ser la capital: Menfis, llamada en aquella época Ineb Hedj "la balanza de las dos tierras", el palacio de Menfis, construido por el hijo de Menes, recibió el nombre de Per-âa, "gran morada", de ahi viene la palabra faraón. A partir del Imperio Medio, Menfis paso a llamarse Anj-Tawi, "la que une las Dos Tierras".
Menfis, desde la I Dinastía, es el centro religioso y político, y Menes, divide el pais en provincias (nomos). La administración económica depende de los templos que garantizan la circulación de los bienes. Se crean gremios de artesanos, astilleros navales, construyen templos, organizan agricultura y ganadería... El faraón es el jefe supremo del ejército y tambien el juez que imparte justicia, al contrario que posteriormente en Grecia y Roma, en Egipto nunca hubo esclavos, sino criados que tras trabajar en grandes explotaciones, podían administrar las suyas propias.

Hay varias leyendas, quizas simbólicas, sobre la muerte de Menes, la mas extendida es que fue muerto por un hipopótamo durante una cacería a los sesenta y dos años y que su hijo Athotis le sucedió en el trono, sin embargo, muchas de estas historias proceden de Grecia y son muy posteriores.

Lo que sí se puede afirmar es que las dos primeras dinastías continuaron la obra de Menes formando un país en constante crecimiento y con una institución real muy solida.

EL REY ESCORPION

Para los egipcios, el periodo anterior a Menes, el primer faraón, abarca un lapso de tiempo inmenso en que reinaron dinastias divinas. Les sucedieron los Descendientes de Horus, que prepararon la llegada de los hombres al trono.

Oficialmente, no se sabe nada definitivo acerca de la raza primitiva de los egipcios hasta que aparece un rey, un personaje impresionante con la corona blanca del Alto Egipto, por lo que ya no se trata de un simple jefe de clan. El nombre de este rey es un enigma, está escrito con el jeroglifico del escorpión, de ahi que se le conozca como El Rey Escorpion.

Se han encontrado varios objetos grabados con ese nombre: una vasija en Tura, ofrendas en el templo de Nejen (Hieracómpolis, entre Luxor y Aswan), pero el documento mas importante es una cabeza de clava (Museo de Oxford) que procede del mismo emplazamiento, es un objeto calizo que sirve de marco a varias escenas. Las representaciones se distribuyen en tres bandas (tipico del arte egipcio):
- En la banda superior se ven estandartes de provincias donde se reconocen los simbolos del dios Seth, un animal compuesto, y Min, una figura extraña que se cree que es un meteorito. El rey muestra su soberanía encabezando sus tropas, ha vencido a las poblaciones simbolizadas por los arcos y avefrias.
- En la segunda banda, el rey esta con la corona blanca, el fadjith ceremonial y sosteniendo una azada cavando un canal. El portaestandartes y un sacerdote tienen un tamaño mas pequeño que el rey.
- La tercera banda muestra el contorno del Nilo y campesinos trabajando.

En el reinado de Escorpion toma forma el Egipto faraónico, no se sabe si contribuyeron a ello influencias exteriores, ya que hubo mucho contacto en esa época entre las civilizaciones de Sumeria, Egipto y Elam.

El cuchillo de Yebel Al-Arak es un objeto misterioso perteneciente al mismo lugar y época, conservado en el Museo de El Louvre, lleva grabado en los dos lados de su empuñadura escenas de felinos y combates, barcos, hombres que nadan y ahogados. Lo sorprendente de esta representación es que su estilo no es egipcio, sino de inspiración mesopotámica.

No se puede constatar oficialmente cuanto tiempo gobernó este rey, ni cuánto duro el período predinástico, la leyenda habla de un reinado de mas de mil doscientos años de duración bajo la égida de un rey halcón, algunas tradiciones hablan de setenta reyes en el Delta y un largo linaje en el Alto Egipto que se habria iniciado en el 5000 a.c., incluso de siete reinas que habrían gobernado y que fundamenta la hipótesis de un matriarcado antiguo.

MANETON Y LAS LISTAS REALES

Maneton, sacerdote del siglo III a.c. nació en Sebennytos, en el Delta, la actual Samanud. Escribió en griego una historia de Egipto para el rey Ptolomeo II Filadelfo.

Maneton, que vivió tambien en Mendes y Heliópolis, había estudiado la religión, los ritos y las fiestas antes de escribir su obra maestra: Aegyptiaca, donde presentaba la lista de los reyes de Egipto clasificada según dinastías. Esta obra desapareció casi totalmente, solamente quedó algún fragmento de ella, ya que es comentada por historiadores como Flavio Josefo, Julio Africano, Eusebio y Jorge el Sincelo. Este legado ha ayudado a los egiptólogos en el marco general de investigaciones históricas sobre las treinta dinastias que van desde Menes, el primer faraón oficialmente conocido, hasta Nectanebo II. Es dificil precisar con exactitud la duración de cada reinado, ya que alguno se superpone a otro a cuenta de que el faraón reinante enseñaba al heredero, y, en el Antiguo Egipto los años se contaban en función del reinado del faraón (por ejemplo, tercer años de Ramses II, quinto años de Seti I...).

Los egipcios compusieron listas reales, textos inscritos en paredes de templos:

La Tabla de Abydos, grabada en una de las paredes del templo (foto) donde se ve representado al faraón Seti I y su hijo Ramses II presentando ofrendas a setenta reyes que considera sus antepasados, representados en cartuchos en cuyo interior está grabado el nombre de los faraones.

Piedra de Palermo (incompleta), desde Menes hasta Neuserre (V Dinastía)

Cánon Real de Turin, papiro hierático redactado por un escriba de Ramses II, cuyo reverso es un documento administrativo. Este papiro narra el reinado de nueve dinastías anteriores a los reyes predinásticos, entre los que se hallan los Venerables de Menfis, los Venerables del Sur y los Shemsu Hor que gobernaron durante trece mil cuatrocientos años antes de Menes....

La Tabla de Saqqara, recoge los nombres de cincuenta y siete reyes antepasados de Ramses III.

La Tabla de Karnak, data del reinado de Tutmosis III, grabada sobre una de las paredes del templo, ofrece una lista de gobernantes que no aparece en otras listas.

EL EGIPTO DE LOS FARAONES

Egipto es una gran loto: el Alto Egipto, la parte meridional, es el tallo, y el delta, el Bajo Egipto, es la flor. Es un territorio que permite que permite el desarrollo de estructuras originales y que, a pesar de invasiones extranjeras e influencias externas, se mantuvo intacto en lo esencial preservando su genio propio.
Egipto es nuestro pasado: nuestras raíces espirituales e intelectuales provienen de él. Los que han hecho de este país una civilización de enterradores, se equivocan. Los faraones, que consideran como uno de sus primeros deberes construir su sepultura, no exaltan la muerte, sino la inmortalidad. Una eternidad en la que se une lo que nosotros llamamos vida y muerte.
El faraón es un ser de luz según los ritos que hablan de una teogamía, fruto de un dios y una mortal, descendiente de los dioses que reinaron en el cielo y en la tierra que recibe la tierra de Egipto a la que debe custodiar como el mas valioso de los tesoros, representa la continuidad enraizada en lo sagrado, no en lo político, la institución faraónica modelaba el espiritu, el alma, la sensibilidad de los antiguos egipcios, daba vida a la sociedad.

El Antiguo Egipto, en su extraordinaria sabiduría, nunca tuvo un libro sagrado, cada gran ciudad tenía su teología particular. No existe nunca separación entre lo espiritual y lo material. La religión egipcia se basa en mitos, símbolos y ritos, los sacerdotes, especialistas en lo sagrado, conservan la vida manipulando la energía divina en los laboratorios de los templos. El superior de todos ellos es el faraón, y uno de los deberes principales del faraón es la construcción, renovación e inicio de los templos, ya que los dioses necesitan una morada en la tierra para ejercer su influencia en la tierra.
Protegido por el dios halcón y portador de coronas llenas de poder, el faraón representa una sintesis de las fuerzas animales, humanas y cósmicas, en su corazón se encuentra Sia, la intuición, en su boca reside Hu, el verbo creador, por ello, el plano de los templos es trazado por él guiandose por las estrellas y constelaciones. No se honraba al individuo, sino al principio.