El sabio del Egipto faraónico se presenta como "el que conoce la realidad, los mitos y los rituales", de palabra capaz de decidir, eficaz y corazón vigilante, no se basa en la creencia, sino en el conocimiento. Se aleja de la charlatanería y la agitación en busca del silencio y la tranquilidad. Pone en práctica la sabiduría encarnada en una diosa: Maat.
Maat es la coherencia, la solidaridad, la rectitud, la verdad, en definitiva la regla inmutable del Universo, radicalmente opuesta a Isefet que representa el desorden, el caos, el mal...
La pluma de Maat es el timón que permite dirigir el vuelo por el camino de la existencia.
Para "decir y hacer Maat" es imprescindible vencer la ignorancia y realizar los esfuerzos necesarios para desarrollar las propias cualidades. Mantenerse a la escucha de las palabras de sabiduría para llegar al entendimiento que lleva al acto justo.
Los textos redactados por los sabios de la civilización egipcia son puertas hacia el conocimiento, y, por lo tanto los fundamentos hacia esa sabiduría que, a pesar del tiempo, la barbarie y la destrucción, sigue irradiando conmoviendonos.
Maat es la coherencia, la solidaridad, la rectitud, la verdad, en definitiva la regla inmutable del Universo, radicalmente opuesta a Isefet que representa el desorden, el caos, el mal...
La pluma de Maat es el timón que permite dirigir el vuelo por el camino de la existencia.
Para "decir y hacer Maat" es imprescindible vencer la ignorancia y realizar los esfuerzos necesarios para desarrollar las propias cualidades. Mantenerse a la escucha de las palabras de sabiduría para llegar al entendimiento que lleva al acto justo.
Los textos redactados por los sabios de la civilización egipcia son puertas hacia el conocimiento, y, por lo tanto los fundamentos hacia esa sabiduría que, a pesar del tiempo, la barbarie y la destrucción, sigue irradiando conmoviendonos.
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