Con una fachada de 30 m de alto por 35 de ancho, los colosos del templo de Ramses II en Abu Simbel, reciben el sol de la mañana con la mirada perdida en el horizonte, hacia el Lago Nasser.
Las cuatro estatuas gigantes, con el ureus en la frente y la barba postiza, representan el ka del faraón. Entre los colosos, las figuras femeninas de la madre, esposa e hijas de Ramses, cuidan y hacen ofrendas a su ka.
Sobre el portal, el dios con cabeza de halcón Ra-Horakhty "el sol naciente", proclama el nombre de Ramses: User-Maat-Ra: sobre su cabeza el disco solar Ra, en su mano izquierda el cetro User y en la mano derecha una efigie de la diosa Maat.
Los cinocífalos situados en la parte mas elevada de la fachada forman el friso de coronación, saludando la victoria de la luz sobre las tinieblas.
El santuario del templo, al fondo, en el interior de la montaña, contiene las cuatro estatuas esculpidas en la misma roca representando a Amon-Ra, Ra-Horakhty, Ptah y el mismo Ramses II.
Los dias 22 de febrero y 22 de octubre, son los únicos dias en que los rayos del sol naciente atraviesan el templo iluminando las tres estatuas, excepto la de Ptah, dios de la creación, que permanece oculto en el secreto.
Las cuatro estatuas gigantes, con el ureus en la frente y la barba postiza, representan el ka del faraón. Entre los colosos, las figuras femeninas de la madre, esposa e hijas de Ramses, cuidan y hacen ofrendas a su ka.
Sobre el portal, el dios con cabeza de halcón Ra-Horakhty "el sol naciente", proclama el nombre de Ramses: User-Maat-Ra: sobre su cabeza el disco solar Ra, en su mano izquierda el cetro User y en la mano derecha una efigie de la diosa Maat.
Los cinocífalos situados en la parte mas elevada de la fachada forman el friso de coronación, saludando la victoria de la luz sobre las tinieblas.
El santuario del templo, al fondo, en el interior de la montaña, contiene las cuatro estatuas esculpidas en la misma roca representando a Amon-Ra, Ra-Horakhty, Ptah y el mismo Ramses II.
Los dias 22 de febrero y 22 de octubre, son los únicos dias en que los rayos del sol naciente atraviesan el templo iluminando las tres estatuas, excepto la de Ptah, dios de la creación, que permanece oculto en el secreto.