Crónica de un viaje mágico - 1ª parte
Desde El Cairo, hacia el oeste y a unos 360 km, se encuentra El-Waha (el oasis del norte) conocido como Oasis Bahareya.
La carretera que atraviesa el desierto pasa por un lugar del que la mayoría de los viajeros no se aperciben: restos de un bosque fosilizado. A simple vista se observa la arena moteada de colores oscuros, pero al acercarse, se pueden ver los restos de un tronco de árbol tumbado en el suelo a pocos metros de la carretera, y una gran extensión está cubierta de fósiles de ramas de distintos tamaños.
Próximo al oasis hay un manantial de agua a 32 grados de temperatura y con propiedades medicinales, utilizada por los antiguos romanos, y al lado, sobre las jarapas y a la sombra de las palmeras, se puede degustar un té tras el baño.
Bawiti, como la llaman los beduinos, es la población mas grande del oasis. En el valle, se descubrieron en 1999 una serie de tumbas del período greco-romano. Aunque aún se está excavando, algunas de las momias han sido trasladadas a un pequeño museo donde se pueden contemplar. El nombre de momias doradas se debe a que sus máscaras estan recubiertas de una finísima capa de oro.
En el interior del oasis se puede visitar el poblado de antiguas y estrechas calles bordeadas de casas de adobe, y, siguiendo un camino de tierra rodeado de vegetacion exhuberante, salir al desierto.
Los 4x4 se lanzan a la conquista de las dunas, al fondo, una pirámide natural, para llegar, al final, a contemplar una bellisima puesta de sol donde el astro rey muere reflejado en las aguas del lago salado.... Impresionante...
Por la noche, en Bawini, los beduinos, en una jaima preparada para ello, ofrecen té mientras tocan y bailan sus bailes típicos, invitando a acompañarlos a todo aquel que esté dispuesto...
La carretera que atraviesa el desierto pasa por un lugar del que la mayoría de los viajeros no se aperciben: restos de un bosque fosilizado. A simple vista se observa la arena moteada de colores oscuros, pero al acercarse, se pueden ver los restos de un tronco de árbol tumbado en el suelo a pocos metros de la carretera, y una gran extensión está cubierta de fósiles de ramas de distintos tamaños.
Próximo al oasis hay un manantial de agua a 32 grados de temperatura y con propiedades medicinales, utilizada por los antiguos romanos, y al lado, sobre las jarapas y a la sombra de las palmeras, se puede degustar un té tras el baño.
Bawiti, como la llaman los beduinos, es la población mas grande del oasis. En el valle, se descubrieron en 1999 una serie de tumbas del período greco-romano. Aunque aún se está excavando, algunas de las momias han sido trasladadas a un pequeño museo donde se pueden contemplar. El nombre de momias doradas se debe a que sus máscaras estan recubiertas de una finísima capa de oro.
En el interior del oasis se puede visitar el poblado de antiguas y estrechas calles bordeadas de casas de adobe, y, siguiendo un camino de tierra rodeado de vegetacion exhuberante, salir al desierto.
Los 4x4 se lanzan a la conquista de las dunas, al fondo, una pirámide natural, para llegar, al final, a contemplar una bellisima puesta de sol donde el astro rey muere reflejado en las aguas del lago salado.... Impresionante...
Por la noche, en Bawini, los beduinos, en una jaima preparada para ello, ofrecen té mientras tocan y bailan sus bailes típicos, invitando a acompañarlos a todo aquel que esté dispuesto...
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